Secuoya
Ficha de la secuoya.

Nombre Común:

Secuoya.

Nombre científico:

De la familia de las taxodiáceas, cultivadas como bonsái se encontrar las siguientes especies:

-Sequoiadendron Giganteum, o Wellintonia Gigantea

-Sequoia Sempervirens, o Sequoia Roja.

General:

Árboles de gran talla pueden superar ampliamente el centenar de metros de altura, siendo las sequoias rojas las de mayor altura. En realidad en la actualidad se trata de los únicos árboles capaces de superar corrientemente el centenar de metros de altura. Se tienen referencias de eucaliptos que pudieron alcanzar los 130 metros de altura, pero a día de hoy es una sequoia roja de California la que, con 112,34 metros de altura, ostenta el record.

Son coníferas perennes con una fuerte tendencia al crecimiento vertical y con una copa tanto más irregulares cuanto más edad tenga la planta. Su corteza es fibrosa, agrietada y de un color rojizo, sobretodo en el caso de la Sequoia Sempervirens, muy apreciada por el color rojo de su madera. De hecho es esta peculiar característica la que les proporciona su nombre en inglés: Redwood, literalmente “madera roja”. La corteza de la especie Sequoiadendron Giganteum presenta además tal resistencia y grosor, pudiendo llegar éste a los 50 centímetros, que la convierten en un elemento prácticamente ignífugo protegiendo perfectamente al árbol de los incendios.

El follaje de la Sequoia Roja es acicular, con agujas cortas y ovaladas, mientras que el follaje de la S. Giganteum es un tanto escamoso con las puntas muy rígidas.

Condiciones de cultivo:

Situación: Bien iluminada pero puede necesitar algo de sombra en verano en función de la calidez del clima. Conviene protegerlas contra las fuertes heladas, así como del viento excesivamente seco.

Riego: Abundante durante la etapa activa. Si el clima es cálido puede resultar conveniente pulverizar el follaje. Vigilar el contenido de cal en el agua pues no favorece en nada a la planta.

Abonado: Abonado en los periodos activos; primavera y otoño. Con mayor intensidad en otoño.

Trasplante: Cada 2 o 3 años en primavera. Usar mezclas con un buen drenaje. Evitar mezclas excesivamente calcáreas. El sustrato puede ser la mezcla normal, por ejemplo akadama mas volcánica.

Poda: Se trata de árboles que requiere una constante labor de pinzado durante la etapa de crecimiento. La poda conviene realizarla justo antes de la brotación.

Propagación: Relativamente sencillo a partir de semillas sembradas a finales de invierno. En este caso hay que tener especial cuidado con los plantones pues son bastante sensibles a las podredumbres del cuello de la raíz. Igualmente conviene protegerlos algo del frío ese primer invierno o el índice de bajas puede ser elevado. La reproducción también resulta factible mediante esquejes en verano.

Plagas y enfermedades: Vigilar el “desecamiento de coníferas” producido por un hongo. Los síntomas son el secado del follaje empezando por el extremo. Inicialmente puede afectar únicamente a una rama, pero a menos que se aplique el tratamiento adecuado se extenderá con rapidez para acabar matando la planta con total seguridad.

Para datos mas concretos consultar el artículo sobre plagas de las sección de Técnicas y Cuidados de Portalbonsai.

Estilos más adecuados:

A causa el tipo de desarrollo que presentan prácticamente los únicos estilos viables son los verticales con troncos rectos. Son especies adecuadas para tamaños medios o grandes.

Comentarios:

Las sequoias son árboles majestuosos que atraen frecuentemente al aficionado deseoso de reproducir su impresionante estampa en el jardín, a pesar de que su formación es un tema un tanto complicado. El uso del alambre resulta del todo imprescindible para su diseño a pesar de la tendencia a recuperar el desarrollo original una vez retirado éste. No es una especie fácil de modelar. Los mejores resultados se obtienen formando verticales formales de tamaño grande, un diseño que permite evocar el árbol en su hábitat natural.

No es infrecuente tampoco encontrar aficionados que traten de reproducir un árbol famoso en concreto. Quizá el modelo más utilizado sea un ejemplar de Sequoiadendron Giganteum bautizado como “General Sherman” en el Sequoia National Park de California que, con casi 84 metros de altura y unas 1385 toneladas de peso (sin contar el sistema radical, que podría suponer hasta un 40% de su masa total) ostenta el record de ser el ser vivo con mayor masa de todo el planeta. Se le calcula una edad que podría rondar los 2500 años.

Si bien no tan masivas, el record de altura lo ostentan también otras sequoias, las Sequoia Sempervirens, concretamente un ejemplar bautizado como “Stratosphere Giant” en el Humbold Redwoods State Park de California con 112,34 metros de altura.



Caminar entre estos gigantes siempre ha resultado fascinante y ha atraído la imaginación y el interés de generaciones hasta el punto que en algunas ocasiones se han perforados pistas forestales a través del tronco de alguno de ellos. Una práctica afortunadamente prohibida pues si bien el árbol continuaba con vida sin mayores problemas, quedaba a la merced de los fuertes vientos que acababan derribándolos.

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